Satanás, "el gobernante de este mundo", dio origen a una fuerza que está en oposición al epíritu santo (Jn.12:31; 14:30; 1Jn.5:19). Se trata del espíritu del mundo, es decir, la inclinación que predomina en la sociedad actual y la mueve a actuar en contra de la voluntad y el propósito de Dios.
¿Cómo llegó a tener tanta influencia el espíritu del mundo? En el jardín de Eden, Satanás logtó engañar a Eva y convencerla de que su vida mejoraría si se independizaba de Dios (Gen.3:13). ¡Qué gran mentiroso! (Jn.8:44.) Luego se valió de ella para conseguir que Adán fuera desleal a Jehová. Por culpa de la mala decisión del primer hombre, la humanidad fue vendida como esclava al pecado y heredó la tendencia a dejarse llevar por el espíritu de desobediencia que promueve el Diablo (lease Efesios 2.1-3).
Satanás también consiguió influir en un número considerable de ángeles, los cuales traicionaron a Dios y se convirtieron en demonios (Rev.ó Apo.12:3,4). Esta traición tuvo lugar tiempo antes del Diluvio de Noé. Ellos pensaron que les iría mejor dejando sus puestos en el cielo y bajando a la Tierra para dar rienda suelta a sus deseos pervertidos (Judas 6). Más tarde regresaron al mundo espiritual y hoy colaboran con Satanás, quien "esta extraviando a toda la tierra habitada" . Lamentablemente, la mayoría de las personas viven sin darse cuenta de que existe esta influencia maligna. (Rev.ó Apo.12:9 y 2Cor.4:4).
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